DERMATITIS POR MALASSEZIA EN PERROS Y GATOS

Dermatitis por Malassezia en Perros y Gatos

Algunos microorganismos como la levadura lipófila  Malassezia pachydermatis se encuentran en la piel del animal sano. Es considerada estrictamente zoofílica. Ha sido aislada de carnívoros domésticos, animales de granja y ha sido aislada también en la piel de gatos sanos.

La patogenicidad de las cepas no varía, lo que si ocurre es que determinadas condiciones favorecen su proliferación. Con un aumento de humedad, calor y sustrato lipídico o cuando el sistema inmunitario está deprimido o en caso de heridas que destruyen la barrera cutánea, puede ocurrir una proliferación anormalmente grande de este tipo de microorganismo, que provocan la aparición de infecciones cutáneas oportunistas como es el caso de la dermatitis por Malassezia.

Cuando se cree que existe una dermatitis de este tipo, hay una interacción entre Malassezia pachydermatis y Staphylococcus pseudintermedius, y tanto uno como otro germen aumentan su población ostensiblemente.

¿Qué provoca la dermatitis por Malassezia?

Como ya hemos dicho, esta proliferación oportunista puede deberse a un sistema inmune deprimido, heridas en la piel y una variedad de causas, incluyendo predisposición racial.

Dermatitis seborreica caracterizada por una descamación excesiva, una producción  mucho mayor de grasa e inflamación de la piel. Los perros con seborrea padecen más fácilmente infecciones estafilocócicas secundarias y dermatitis por Malassezia.

Esta dermatitis por Malassezia puede ser local o general y se localiza más frecuentemente en: cara, alrededor de la boca, canal auditivo, axilas, ingles, parte ventral del cuello, pliegues de la piel y zonas distales de las extremidades, zona interdigital y pliegues de las uñas.

Sus signos clínicos son variables:

• Esta dermatitis por Malassezia se presenta más en perros adultos. Afecta por igual a los dos sexos  y hay una cierta predisposición racial. La infección con Malassezia suele ir asociada a: Un síndrome de hiperqueratosis e hiperpigmentación, eritema y costras. Las lesiones son pruriginosas leves o severas. Si es generalizada, se aprecia un olor desagradable y rancio. Suele haber seborrea grasa, pero pueden haber lesiones secas. Lesiones crónicas con alopecia. Otitis bilateral ceruminosa y  con eritema.
• Mas frecuente en meses cálidos, con mayor presencia de parásitos cutáneos,  alérgenos y a una mayor humedad ambiental.
• Suele empezar en el abdomen y  extenderse hacia  ingles, axilas y zona  ventral del cuello. En gatos, la dermatitis por Malassezia aparece como dermatitis pruriginosa con alopecia, eritema, seborrea seca o aceitosa. Algunos gatos pueden presentar otitis ceruminosa con prurito .

El Diagnóstico se realiza por la observación directa de los organismos en número elevado en la zona de las lesiones.

Control: Es eficaz el empleo  de un champú que contenga un 2% de miconazol y un 2% de clorhexidina.

Mantenimiento: es muy importante cuidar la salud de la piel. Para eso se requieren muchos nutrientes que la favorezcan, teniendo en cuenta el alto grado de renovación de sus células.

Para este mantenimiento, es fundamental el control de otras Alteraciones subyacentes.

Muchas enfermedades pueden desencadenar problemas cutáneos e infecciones. Es la nutrición una parte importante, reconocida por todos, en el manejo de estos problemas en gatos y perros.

• La alergia alimentaria requiere el uso de dietas hipoalergénicas basadas bien en ingredientes hidrolizados o noveles.
• Los pacientes atópicos se pueden beneficiar de niveles elevados de ácidos grasos omega-3, que han demostrado mejorar la condición de la piel en perros atópicos.
• Los ácidos grasos esenciales mejoran las alteraciones de la barrera cutánea lipídica.
• Algunas alteraciones endocrinas también cursan con complicaciones dermatológicas que se pueden mejorar con un buen manejo nutricional.

Restableciendo la piel dañada

La recuperación de la piel, en casi cualquier tipo de problema cutáneo, va a requerir un aporte extra de nutrientes que la mejoren: ácidos grasos esenciales, zinc, selenio y vitaminas A, E y el complejo B. Una dieta con niveles incrementados de estos nutrientes, o un aporte suplementario de ellos, puede contribuir a una recuperación con éxito de la piel y el pelo.